La Scaloneta no deja de sorprender a cada amante del fútbol alrededor del mundo. Tras una serie de frustraciones por finales perdidas, Lionel Scaloni supo sacar lo mejor de la selección argentina y volverla una máquina de ganar títulos. 

Primero en el Maracaná, ante Brasil, por la final de la Copa América, y ahora ante Italia, en la Finalissima entre los campeones de Conmebol y UEFA, con una goleada por 3 a 0 en Wembley, y un juego categóricamente mejor que el de su rival. 

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El equipo argentino marcó a través de Lautaro Martínez, a los 28 minutos, y Angel Di María, a los 45, ambos en el primer tiempo. Y en el último minuto de juego de la segunda mitad aumentó Paulo Dybala. 

Si bien Argentina arrancó queriendo ser protagonista, tardó varios minutos en acomodarse, porque Italia supo aprovechar los espacios y ganó la pelea en el mediocampo, donde la albiceleste se mostró floja en la marca.

No obstante, un tiro libre de Messi, que pegó en la barrera, y un remate de Raspadori, le dieron emotividad a un partido que resultó intenso en la marca y en la forma de romper líneas.

En principio, Argentina mostró algunos desacoples en el retroceso, por lo que Italia logró aprovechar los espacios. 

Un cabezazo de Belotti que capturó "Dibu" Martínez trajo como respuesta un remate de Messi que tapó Donarumma.

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Pero una pronta recuperación del balón por parte de Tagliafico, le dejó el balón a Lo Celso y éste a Messi, quien aguantó por la izquierda, desbodó y el centro lo encontró a Lautaro Martínez en el medio del área para vencer a Donnarumma.

Casi enseguida, un error del propio Lautaro lo aprovechó Barella, para rematar desde afuera, pero "Dibu" Martínez envió el balón al córner.

Argentina supo aguantar la presión de Italia, sobre todo cada vez que quiso salir jugando desde el fondo, y en la última jugada del primer tiempo, Lautaro Martínez sacó a pasear a Bonucci, habilitó a Di María, quien venció a Donnarumma con un sutil toque de zurda para el 2 a 0 parcial.

Sin embargo, en el transcurso de los 90 minutos, la selección tuvo diversas chances luego del segundo gol, aprovechando los problemas defensivos de Italia, pero la seguridad de Donnarumma en el arco no permitió que el resultado fuera aún más abultado. 

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La multiplicidad y el sacrificio de algunos jugadores como De Paul y el propio Di María encontraron respuesta en Guido Rodríguez y Lo Celso. "Dibu" Martínez casi que no tuvo trabajo, en parte porque Italia careció de ideas para poder armar jugadas de riesgo y porque Argentina se mostró muy bien plantada defensivamente.

A pesar de las múltiples chances de gol, no fue hasta el último minuto de la segunda mitad que Argentina sentenció el resultado en un 3 a 0 con un gol del recién ingresado Paulo Dybala. 

Esta fue la primera vez que una Selección argentina consiguió un triunfo en el mítico estadio londinense, que además le dio un trofeo internacional, que no se disputaba desde 1993, cuando la albiceleste le ganó a Dinamarca por penales, en el equipo que conducía Diego Maradona.